Son días de imaginar un partido, de ver a unos jugadores terrenales y cercanos enfrentarse a estrellas culés, de que las gradas del Cartagonova se llenen y las banderas ondeen entre cánticos de ilusión y, lo más importante, de creer en un sueño que es posible. ¿Por qué no? Muchas son las terrazas de los bares en la que los clientes hablan de la eliminatoria, de si nos ganarán por una goleada sin piedad o de si Limones parará en el último minuto el penalti que nos dé el pase a la siguiente ronda. Estudiantes haciendo planes para el martes 17 viajar a Barcelona al partido de vuelta en el Camp Nou o toda una ciudad inundada de un mágico delirio porque el rival se vuelve con un resultado en contra. Todo puede pasar.

Recordemos que el FC Barcelona viene de dos derrotas consecutivas. Primero en Champions contra el Ajax y el pasado domingo en Liga contra el Ath.Bilbao con un Muniain que aumentó el #EfeséHaznosSoñar. Por otro lado, la Copa del Rey es el torneo de los campanazos. Ya le ha pasado al Real Madrid en repetidas ocasiones y a otros tantos equipos de Primera.

El equipo que preside Fran de Paula viene de ganar contra el San Fernando en casa el pasado fin de semana y sigue en puestos de play-off. El partido comenzó con un gol en contra en los primeros segundos. Y ya son cinco los goles encajados de esa manera tan dolorosa. Pero esa lucha y garra de los albinegros transformaron ese marcador en un 3-1 con dos goles de Carlos David y, en el último aliento, el tercero salía de las botas de ‘El Puma’ De Lerma.

No hay nada como la confianza, la relajación y el aparente ‘partido fácil’ para que los boy’s Tevenet sonrojen y le saquen los colores a los del Tata Martino. Nada más producirse el sorteo, el Diario Sport tituló ‘Sorteo de risa para el FC Barcelona’. Lo primero, una falta de respeto por parte del medio de comunicación. Y lo segundo, ningún equipo es más que otro aunque uno de ellos esté en 2ªB. Cuando el árbitro pite el final del encuentro y el resultado se decline hacia un lado o hacia el otro entonces podremos reírnos o esconder la cabeza bajo el ala. Mientras, a soñar y a animar. ¿Y si en esta ocasión es David quien derrota a Goliat?