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El fútbol volvió al Cartagonova

desdemigrada  |  24 de febrero de 2014 (13:20 h.)

Velocidad, ritmo y profundidad frente a un Córdoba B que se volvió con un 4-1 y vestido con la equipación de su rival. Mala actuación y protagonismo del árbitro en la segunda mitad.

Aparentemente se preveía un partido sin complicaciones y fuera de todos aquellos encuentros que desatan jugadas polémicas. Pero no. Nada más comenzar, ¿suena de algo eso de encajar un gol antes del minuto 5? Exactamente. El Córdoba B dejaba enmudecida las gradas del Cartagonova al adelantarse en el marcador y poner el primero para los andaluces. Equipo que iba vestido con la segunda equipación del Cartagena de hace dos años. Sí, sí, como lo leen. Con publicidad de las bodegas Paco Gómez, del Teatro Romano, escudo del Cartagena en el pecho y cinta aislante tapando los nombres de aquellos jugadores. Surrealista. ¿Es que acaso en Córdoba no sabían cómo vestían los blanquinegros para traerse una equipación distinta que les pudiera servir? Ver para creer.

Mirando hacia otro lado y haciendo caso omiso del gol encajado, Menudo, ese pequeño revulsivo que aporta acción y contundencia al equipo, ponía el empate sólo un minuto después. Era el minuto 3, algunos aficionados aún se estaban acomodando y el video marcador ya lucía un empate a uno.Todo era estrés, frenesí y gran actuación de los locales en un partido en el que todo estaba de cara. Con el empate, la posesión del balón estaba de parte de los blanquinegros. Nuestro rival más directo, el Albacete, iba perdiendo contra el Cádiz y los de Tevenet dominaban en el terreno de juego, se divertían, tenían ritmo, velocidad y no dejaban a los del Córdoba crear espacios para disputar balones. Y otra vez Menudo para poner el segundo en el marcador. Todo iba sobre ruedas.

Tras una jugada magistral de Antoñito, en esta ocasión era ‘El Puma’ De Lerma quien quería poner su granito para aumentar aún más la distancia. Y ya iban tres. En apenas media hora, el juego del efesé había cambiado por completo. Estaban siendo los mejores 30 minutos de toda la temporada del equipo y eso lo sabían todos.

Tras ver tarjetas amarillas Mariano Sánchez, Diego Segura y Antoñito, todas ellas acarreando suspensión para el próximo partido contra la Balompédica Linense, era Carlos David quien se sumaba a la fiesta de los goles. Nunca antes una primera parte había tenido tanto buen fútbol y fiesta. Cuatro eran los goles como cuatro soles los que dominaban en el marcador.

Tras el descanso, todo cambia de color y las expulsiones hacen su agosto en filas cartageneras. Como el que va a una rifa, el árbitro rompe el partido y se convierte en el protagonista. Antoñito es expulsado por doble amarilla, le pita un libre indirecto dentro del área al Córdoba y cuando las gradas le recriminaban al colegiado las nefastas decisiones, expulsa al míster Tevenet.

Ya no había color respecto a los primeros cuarenta y cinco minutos, el ritmo había bajado y la tensión se respiraba en cada centímetro del césped y de la grada. Los últimos minutos aún dieron para que Mariano viera la segunda amarilla y acabara expulsado.

Conclusión del partido: se aprecia el cambio de mentalidad en los jugadores respecto a los últimos encuentros en los que se perdía, domina en posesión y en el marcador, tienen velocidad, seriedad y disparan desde cualquier punto del campo. La noche y el día. En cuestión de nada han borrado del césped soleado del Cartagonova a un Córdoba B. Gran trabajo.

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