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Ya no es un sueño, es una realidad

Carmen Serrano  |  17 de octubre de 2013 (03:29 h.)
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Con el presupuesto más bajo de la historia, el Cartagena alcanza los dieciseisavos de final venciéndole al Tudelano por 1-4. Y el #EfeséHaznosSoñar nos dio la gloria 


En una tarde gris y nublada en la capital, el inconsciente no dejaba de decirme por la mañana que el equipo no ganaría el partido. Y no es porque no creyera en el conjunto y en sus jugadores, todo lo contrario. Las ganas de victoria que desbordan superan a cualquiera pero me figuro que todo sería cuestión de ver esos 90 minutos vencidos y emparejado con un rival de Primera. ¿Un Real Madrid –  FC Cartagena? ¿O un FC Cartagena – Atlético de Madrid? Ni en mis mejores sueños. ¿Hablando del equipo en la prensa nacional porque viaja al Sánchez Pizjuan o al Camp Nou?   

Twitter estaba revolucionado desde primera hora de la mañana y todos los efesistas pusimos el #EfeséHaznosSoñar en el candelero de la popularidad. Los nervios, la motivación y la ilusión inundaba a todos y cada uno de nosotros. Jugadores, entrenador , presidente, aficionados y medios de comunicación locales. Sólo una hora y tres cuartos de sufrimiento frente al Tudelano. Al final cambié esos malos pensamientos por un ‘lo vamos a conseguir porque somos capaces’.   

Era la hora. A las 16:30 empezaba el sueño. La radio, mi compañera, hizo que me quedara sin uñas. En los primeros minutos del partido era el Cartagena quien llevaba el peso de la eliminatoria pero el primer ‘uy’ vino de los locales, se fue fuera y volvimos a respirar tranquilos. Aunque Víctor Bravo era el jugador con más peligro del Tudelano, Fede tiró a puerta sin muchas consecuencias aparentes porque nadie podía vislumbrar que sería el artífice de la euforia de todos. Los primeros 45 minutos pasaron sin muchas ocasiones y eso no podía ser. Sólo quedaban por delante una segunda mitad que pasaría sin apenas pestañear, con mucha tensión porque estaba prohibido despertar del sueño.               

Megías, a pase de Fede, despertó de la siesta a los que estaban cayendo en ese estado de relajación. Ese gol, en el minuto 48, valía muchísimo. Valía poner un pie y medio en el deseado paraíso. No todo estaba decidido. Fede, que ahora se convertía en goleador, hacía que la ventaja fuera a más y que de un blinco saltáramos todos del sillón nada más oírlo por la radio. El marcador reflejaba un 0-2 y los minutos para que el FC Cartagena alcanzara la gloria estaba a menos y nada de cumplirse. Los locales buscaban recortar distancias pero no culminaban sus acciones y Víctor Bravo era expulsado por doble tarjeta amarilla al fingir penalti. ¡Mejor imposible! Apenas diez minutos para tocar el cielo. ¡Podemos!

Ya lo decía la tan afamada frase que tan de moda se ha puesto en eventos deportivos: “No hay dos sin tres”. Fernando la conocía de sobra porque el tercero pasó por sus botas hasta colarse por la red del Tudelano. ¿Que en medio de la celebración se despistaron un poquitín?        

No importa. Por lo menos que se lleven la honra de haberle marcado a Savu y a este equipo que va a ver como un Primera desfila por el césped del Cartagonova, como recorre las calles de la ciudad para llegar al estadio y verá como reluce el Sol en la ciudad portuaria. Y si por si acaso aún había dudas, Menudo, sin hacer mucho ruido, se encargó de cerrar el partido con un cuarto golito no de oro sino de diamantes.

El teatro de los sueños pasar por el Municipal y también pasa por un tren, un avión o un autobús para los dieciseisavos de final en Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona. Ida y vuelta que será mágica. En el sorteo del viernes el bombo tendrá más ojos que bolas. ¡Ya era hora!    

¡Vamos, Efesé!

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