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Cap.9: Blanquinegra Navidad

Desdemigrada  |  15 de mayo de 2013 (03:23 h.)

Navidad en tierras cartageneras. El socio del Efesé contempla, ilusionado, el finalizar de un año mágico, un 2009 que pasará al recuerdo de todos como el mejor año de nuestra historia. 

Atrás quedan más de 21 años de triste, patética, sosa y sobretodo, cruel segunda división B. Atrás quedan 21 años de amargas navidades hundidos en la miseria del fútbol menos profesional de todos y lejos quedan ya esos comentarios pesimistas y quemasangres de que todo aquí se hace mal….. (alguno dirá: “¿lejos? Pues el domingo pasado había uno a mi lado que decía que…”, pero ese es otro tema)

             Hoy el Efesé es un equipo grande, poderoso, que juega bien al fútbol y que lidera con dureza la segunda división A. El disfraz de cenicienta ya descansa en el trastero de JIM y ahora toca pelear por lo más alto, ¿por qué no? Además, este sábado viene a visitarnos otro de los equipos míticos de este fútbol, la Unión Deportiva Salamanca, que estaba escribiendo ese año futbolístico con sombras y luces. Por un lado, se presentaba como el máximo goleador de la categoría, con 22 goles, pero contrarrestaba una defensa muy floja que había encajado otros 26, por lo que “a priori” éste iba a ser un partido divertido. Además, de nuevo las cámaras del Canal plus, que ya habían sacado su abono de temporada blanquinegro, iban a dar buena cuenta del encuentro. Había por tanto que disfrutar del partido, eso sí, dejando algunas cosas claras desde el principio para Raúl Ruiz, Manu Sarabia y los suyos….

 

Y así lo fue, todos disfrutamos mucho con ese encuentro. De hecho, el temprano gol de Kike para los Salmantinos fue contestado con rapidez por nuestro Toché Verdú. El fútbol era rápido, vistoso, con ocasiones para unos y otros, y el 1-1 del descanso hacía ver que la segunda parte iba a ser entretenida.

Pero los que rieron los últimos, fueron los Castellano Leoneses….

Pablo Ruiz, Txiki, Clavero y Expósito fue la defensa que tuvo que componer Juan Ignacio ante la baja por lesión del mariscal en tierras numantinas. No le fue mal del todo, de hecho el empate a al hora del bocadillo no hacía justicia real, ya que el Cartagena había arrollado al Salamanca y perfectamente podía haberse ido al descanso con una ventaja en el marcador. Sin embargo, el cielo del Carthagonova empezó a nublarse y con él, el juego del equipo. De hecho, nada más comenzar la segunda parte Rossato establecía de nuevo la ventaja en el marcador. El Cartagena ase fue haciendo pánico de sus propios miedos y el 1-3 de Linares hundía más aún las esperanzas locales. Sin embargo, y cuando todo estaba perdido, la doble T cartagenera (Tato y Toché) convertían la decepción en milagro, las penas en alegrías y el pesimismo en esperanza. Y todo ello en menos de tres minutos. Hay tiempo, hay fe, ¡vamos Cartagena!

Pero cuando el “arreón” final estaba a punto de consumarse y todos esperaban el gol que mereció un Cartagena volcado en la portería salmantina, Despotovic enganchaba un nuevo balón a bocajarro y culminaba por un lado, un contragolpe perfecto y por otro, una nueva derrota en casa del Cartagena, que salía de los puestos de ascenso y afrontaba su último partido del año con más errores que aciertos. 3-4 y a visitar Valencia.


 
 

Y es que esa tarde en el Ciudad de Valencia (por cierto, muy, muy vacío) muchas dudas tendrían que aclararse. Por un lado, un equipo local que naufragaba en las cálidas aguas de la mitad de tabla tendría que empezar a dejar claro si iba a acabar mirando hacia arriba o hacia abajo (el tiempo, el fútbol y la suerte hicieron que finalmente miraran hacia arriba). Y pro otro lado, nuestro Efesé, que con 1 victoria en los últimos 5 partidos tendría que darlo todo para agradar a una afición que seguía soñando con todo.

Por suerte, eso de que “lo que el fútbol te da, el fútbol te lo quita” es la máxima más real de todas, y al igual que en los últimos partidos el Cartagena había sido castigado duramente en los últimos compases de cada partido, en esta ocasión, su mayor tesoro lo encontraría en esos precisos instantes. Los dos goles a balón parado de los nuestros vinieron de la mano de Toché (que sumaba ya 9 tantos) y Expósito. Además el primero de ellos, donde más duele, en el minuto 45. El segundo de Unai vino e el 58 y ahí se acabó el partido. Sólo un gol del valenciano Rubén Suárez puso algo de picante para la grada local, aunque no fue suficiente.

El Cartagena, de esta manera, cerraba el año mágico del 2009 de la manera más feliz, de nuevo en puestos de ascenso directo a primera división y con la sensación de que realmente aspirábamos a todo. Para el recuerdo de todos, quedará el resumen de aquel último partido en el ciudad de Valencia y la clasificación final del 2009.

 

           

Todo estaba por decidir, el 2010 sería el año de las emociones.

 

 

 

 

¡¡ Qué bonita navidad, que blanquinegra navidad !!….

 

Foto de portada: laverdad.es

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