19:34 h. martes, 14 de mayo de 2024

Cap.8: “¡¡ MEIDEI, MEIDEI !!”

Desdemigrada  |  01 de mayo de 2013 (03:24 h.)

Diciembre de 2009. La Liga Adelante se ha vuelto loca. Por abajo, los equipos que peor han hecho los deberes entran y salen del descenso sin orden alguno. Mientras, por arriba, ningún equipo parece querer despegarse del resto, todos parecen fuertes pero todos acaban pinchando, la lucha parece estar abierta entre Hércules, Real Sociedad, Elche… y el recién ascendido Efesé.

            Estaba claro que algún equipo tendría que pagar los platos rotos. El Cartagena,  por juego, por fútbol y por cojones (perdón, quería decir cojones) tendría que volver a la senda de la victoria tras los tropiezos de Huesca en casa y Anoeta (si es que acaso perder en Anoeta se le puede considerar un tropiezo). Efectivamente, fue el Huesca el que acabó pagando esos platos rotos pero lejos de cualquier predicción, lo hizo a costa de un 1-0 soso, sin fútbol, y del cuál sólo los 3 puntos fueron lo más positivo que los hombres de JIM sacaron del partido. Bueno, en realidad, algo más que eso, ya que el empate a 3 goles de la Real Sociedad en Vallecas volvía a colocarnos líderes (perdón otra vez, colíderes) de la división de plata.

No debemos olvidarnos de que los seguidores al mundo del balompié somos así (y más en Cartagena), animamos con un ojo a nuestro equipo y el otro lo ponemos al otro lado del puerto de la Cadena, y claro, las derrotas nuestras eran un poco menos amargas cuando…

 

Sin embargo, aunque el malestar del eterno rival a todos nos parecía gracioso, el run run social de los que pretendemos no obsesionarnos con lo que huele a pimentón era que en casa algo no funcionaba bien, que el equipo había levantado el pie del acelerador y justo en el peor momento, ya que nos tocaba visitar otro coco. Era la hora de escuchar el canto de los Pajaritos, en Soria.

            Así que permítanme el lujo de un escritor aficionado, pero aquello se convirtió en el:

 

“Cuento de Navidad” de Paco Gómez Dickens,

Con Juan Ignacio Scrooge Martínez en el papel protagonista.

 

De esta manera, el primer fantasma que vino a visitar al entrenador alicantino fue el fantasma del pasado, quien le mostró la historia más reciente de uno y otro equipo, e hizo que el Cartagena saliera, de buenas a primeras, con el rabo entre las piernas. A posteriori, el segundo fantasma que charlaría con el mister le mostró la realidad del presente, cargada de bajas de última hora (Rubén y Lafuente se quedaron en Cartagena con gripe), multitud de errores defensivos y un juego más pobre que Bob Cratchic y Tiny Tim (abstenerse a la lógica del chiste ajenos a la fantasía literaria). Por último, y ya casi anocheciendo en Soria, el tercero y último de los fantasmas que visitaron a JISM fue el fantasma del futuro, nada mejorable a los anteriores y que mostraba una visión catastrófica de épocas venideras, en la cual predominaba la lesión de gravedad de Pascal Cygan. Un esguince de tobillo que lo tendría fuera de juego al menos 5 semanas.

            Vamos un cuento más negro, que Blanquinegro….

 

Y es que no, a diferencia de las jornadas anteriores, en esta no. Era imposible sacar algo positivo de la visita del Fútbol Club Cartagena al nuevo estadio de Los Pajaritos, en Soria. El Numancia supo como atacar donde más duele, quitándole la pelota a los nuestros y golpeando con dureza la salida del balón.

Es más, ni siquiera el propio Vélez (autor de los dos goles locales) apenas tuvo que hacer muchos esfuerzos para conseguir introducir el balón en la portería. Chus Herrero prácticamente regaló el primer gol, y no sería justo decir que Pablo Ruiz regaló el segundo, pero sí que pudo hacer mucho, mucho más por cambiar la historia del cuento. Mariano Sánchez estuvo fuera del partido en todo momento y Longás empezaba a demostrar que era un jugador más diésel que gasolina y aunque estábamos a las puertas de la Navidad, la temporada ya se le estaba haciendo muy, muy larga.

El bueno, bonito y barato gol de Toché llegó apenas en el minuto 92 por lo que fue imposible intentar buscar el empate a 2. Toca mirarse al espejo,  reflexionar y pensar ya en Salamanca.

 

Y quizá ese fue el error que cometimos todos, que mientras nuestros errores no se subsanaban, seguíamos, como decía unas líneas más arriba, disfrutando más del calvario por el que atravesaba el Murcia que en mirarnos nuestro propio ombligo.

Pero bueno, para el recuerdo de nuestros millones de lectores (ahora soy yo el que me invento mi propio cuento de navidad) y de todos los aficionados efesistas quedará esta clasificación tras la jornada 14 del campeonato.

Algunos incluso, aún pasean  cual pícaro orgulloso de la misma, su camiseta de dicha clasificación por la ciudad departamental.

 

 

Venga va, me quito el disfraz, yo también tengo esa camiseta… ¿Tú no?

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