Comienza una nueva temporada , de nuevo en Segunda B. Después de disfrutar tan solo de 3 años del fútbol profesional, éste año toca volver a jugar en campos pequeños, las famosas cajas de cerillas, algunos de ellos campos de césped artificial y donde el aliento del aficionado se nota en cada centímetro cuadrado de la cancha.

En nuestro último año en el pozo , fuimos uno de los gallitos de la temporada,  donde tuvimos rivales de la talla del Real Madrid Castilla , el Lorca que acabó ese año en segunda posición o el Alcorcón de Anquela. Al final quedamos primeros de grupo, consiguiendo 12 victorias en casa y sufriendo tan solo una derrota en el Cartagonova , y eso nos ayudó a la hora de conseguir ese ansiado ascenso en la ya histórica tarde de El Collao.

Para este año nos encontramos con otros rivales, los del grupo andaluz, más manchegos y extremeños. Un grupo en el que sobresale sobremanera el Cadiz de Florentino Manzano, que ya fue primero de su grupo el año pasado, el cual ha renovado su plantel al estilo de nuestro efesé. Por masa social siempre estarán ahí, aunque luego habrá que ver si sus jugadores consiguen conjuntarse. Tampoco podemos olvidarnos del Albacete, que también el año pasado peleó por ascender de categoría. A diferencia de los amarillos y los blanquinegros, casi no hay novedades en su plantel, lo cual puede ser una ventaja ya que conocen de sobra el estilo de juego que su entrenador, Antonio Gómez, busca plasmar en el terreno de juego. No tardaremos en saber de sus intenciones, puesto que ese sábado visitan Cartagena dispuestos a aguarnos nuestro regreso a la categoría de bronce.

En cuanto a los demás, todo son incógnitas. El Real Jaén a priori siempre aspira a estar entre los primeros, pero sus problemas institucionales y económicos siempre son un lastre en sus aspiraciones. También tenemos que tener en cuenta al Lucena y a la RB Linense, que el año pasado estuvieron entre los cuatro primeros, y alguna que otra sorpresa, que éste año dicen que puede ser el equipo cacereño del Arroyo C.P, así como los siempre incómodos equipos filiales, capaces de lo mejor y de lo peor.

Quedan tan sólo unos días para que se suba el telón de la temporada en segunda B y sepamos si nuestro querido equipo, el Efesé, va a estar sufriendo en el infierno tan solo un año o si por el contrario nos va a tocar sufrir unos cuantos años.